A este escritor lo había leído antes, cuando escribía artículos en la revista Veinti(uno/dos)trés. Sabía que su forma de escritura no era dulce y adorable, aunque no llega a los niveles de cinismo que he leído en otras obras. Así que, cuando lo vi en la biblioteca, decidí probar con un nuevo género.
El protagonista recibe, en las primeras páginas, la noticia que le queda medio año de vida, quizás menos. Por eso, decide matar a cinco personas que le han hecho mal, desde hacerle perder un premio nacional de novela hasta haberle escrito críticas nefastas,
robarle dinero o romperle el corazón. Cada una de esas personas ha de pagar, primero por venganza, luego más y más por gusto de matar. Porque si hay trilogía, es que la historia sigue, claro.
El protagonista no es simpático en su proximidad a morir, ni en la forma en que planea asesinar a quienes le han contrariado. A veces hasta repugna leerlo. Desde Perú hasta Argentina, pasando por algunas localidades chilenas. Bayly usa lenguaje, personajes, localidades y apellidos conocidos en el país (de Perú y Chile no puedo hablar, de Argentina sí), y demuestra conocer el ámbito en el que se mueve. No por nada es escritor, como su protagonista, con dinero, como su protagonista, y ha viajado, como el protagonista, debido a negocios relacionados con las letras. Y parece saber qué clase de bichos puedes encontrarte en ese mundo.
He terminado el libro casi más como una tarea que como algo que me gustase. No es un mal libro, sólo que tiene demasiados elementos que no me agradan, juntos. Protagonista rico que se lamenta de su suerte, gente que no tiene que trabajar para vivir y se lamenta, personajes desagradables por lo vulgares, trepadores, traicioneros, crudeza en algunas escenas...
No creo que vuelva a leer algo de Bayly en tiempos cercanos. Tengo otra maravilla a mano que me llama más.
No creo que vuelva a leer algo de Bayly en tiempos cercanos. Tengo otra maravilla a mano que me llama más.
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