Ahora Elfgift es el rey y se enfrenta a una rebelión liderada por su hermanastro cristiano Unwin. Será una terrible y sangrienta batalla pues Unwin está decidido a vengarse del semielfo "usurpador".
Cuando Unwin ofrece una tregua navideña, Elfgift desconfía. Seguramente su hermano no violará esa época sagrada con sangre y violencia; ni siquiera para conseguir el trono…
Elfgift buscará consejo en sus propios dioses. Pero si el gran Woden le abandona, podría perderlo todo…
Autora: Susan Price
Páginas: 330
Editorial: El ateneo
Año de publicación: 2000
Encuadernación: Tapa blanda
Bueno, veamos, me dije, hay que ver cómo termina la historia. Quizás me lleve una bonita sorpresa, me dije, y empecé a leer el segundo tomo de la saga de Elfgift. Quizás termine la saga con un final de esos dignos de recordar, me dije.
Uno de los problemas que tengo con esta novela es que Elfgift no es un protagonista con el que empatice. Arrogante, desapegado, hermoso, elegido por una diosa para ir a ganar una guerra contra sus hermanastros... Es un Gary Stu petulante y desagradable, al que le habría venido bien una o dos lecciones de humildad. Parece creer que todo le va a salir bien, que tiene a la diosa de su parte, que es "el elegido"... Y cada página me da más ganas de darle un par de cachetazos.
El resto de los personajes va de mal en peor: no hay personaje feliz en este libro, salvo el titular y alguna que otra divinidad que va por ahí. Quienquiera que sepa lo mínimo de mitología nórdica sabrá quién es quién a la primera. Esto, que sería algo muy bueno si se utilizase bien, termina siendo un plato picante e insípido. Algunas de las imágenes del final, de los escenarios, hubiesen estado mucho mejor antes, cuando la historia iba para algo que habría sido genial por cómo habría roto la fórmula, pero no.
En determinado punto, parece que la historia va a dar un giro inesperado, de esos que se ven poco y nada, y casi casi abrigué esperanzas. Esperanzas que murieron pronto. El "giro" de la trama es digno de un fanfic.
Nota final: 4/10
Uno de los problemas que tengo con esta novela es que Elfgift no es un protagonista con el que empatice. Arrogante, desapegado, hermoso, elegido por una diosa para ir a ganar una guerra contra sus hermanastros... Es un Gary Stu petulante y desagradable, al que le habría venido bien una o dos lecciones de humildad. Parece creer que todo le va a salir bien, que tiene a la diosa de su parte, que es "el elegido"... Y cada página me da más ganas de darle un par de cachetazos.
El resto de los personajes va de mal en peor: no hay personaje feliz en este libro, salvo el titular y alguna que otra divinidad que va por ahí. Quienquiera que sepa lo mínimo de mitología nórdica sabrá quién es quién a la primera. Esto, que sería algo muy bueno si se utilizase bien, termina siendo un plato picante e insípido. Algunas de las imágenes del final, de los escenarios, hubiesen estado mucho mejor antes, cuando la historia iba para algo que habría sido genial por cómo habría roto la fórmula, pero no.
En determinado punto, parece que la historia va a dar un giro inesperado, de esos que se ven poco y nada, y casi casi abrigué esperanzas. Esperanzas que murieron pronto. El "giro" de la trama es digno de un fanfic.
Nota final: 4/10
0 comentarios:
Publicar un comentario